Martes Santo, Magdalena, Jesús de la Caída, toda una tradición. 

Un año más acompañamos a Jesús en esta entrañable Hermandad, de la que somos cofrades desde hace más de 20 años. Aunque algunos como es evidente menos.









Un día radiante y excesivamente caluroso nos acompañó por las calles de Jaén, rebosantes de gentes que se agolpaban a los lados para no perder detalle de la procesión.




Tras seis horas, un ligero refrigerio en las calles cálidas de nuestro Jaén. María y Ale con un ligero cansancio acumulado, reflejan la alegría de quien sabe bien haber aprovechado el tiempo.



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