Me hago eco del comentario de María en su facebook:
Pues sí, el olfato no me estaba traicionado. Efectivamente, el camello acaba de entrar en casa. Llevaba andando desde 2012, desde que empecé a escribir el primer capítulo de esta nueva trilogía: “Maestros de la Luz”, en segundo de carrera. Realmente estoy muy muy emocionada de tenerlo aquí y disfrutarlo entre y con los míos. Muchísimas gracias a todos los que habéis hecho posible este gran regalo después de “Dhampiro”. Un pequeño segundo hijo que, ya aventuro a decir, crecerá a lo largo de la segunda y tercera parte.
Gracias a mi pequeña gran familia que sin ellos esto no habría podido salir para adelante. Horas de trabajo y perfeccionamiento que ha logrado lo que yo creía imposible, aportando nuevas ideas y ayudado en esos atascos literarios que tan famosos son en mí (ahora también tengo atascos literarios durante la tesis jeje).
Muchísimas gracias a los que me han ayudado a crecer literariamente (Don Miguel Castellano y Lola Vacas), sin los cuales este sueño tampoco podría haber salido a la Luz (nunca mejor dicho)
Muchas gracias a mi séquito de fans (ya sabéis quienes sois ;D) que están ahí, pase lo que pase.
Una gran parte de mí está en estas páginas, así que no sabéis la alegría que me da de darla a conocer al mundo
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Enhorabuena María por no tener miedo y aportar esa luz de tu interior, que tanto y tanto ilumina. No te canses de hacerlo. Bien sabes que esa luz es inagotable. Te quiero hija
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